Abierto por Balance

Hoy quiero suspender la confección del mapa nacional, dado que es una fecha muy especial, propicia para hacer un balance del año que hoy termina, no les parece???

Y como la única manera honesta de hacer esto es desde lo personal, voy a compartir con ustedes una evaluación, que puede servir como una buena manera de ver las cosas y ayudarnos a seguir en la búsqueda de la felicidad, tarea que (no me olvido nunca) me he propuesto en este blog (y en la vida de acá para delante).

Este año comencé mi desarrollo laboral independiente como coach ontológico, consultor y conferencista y elegí distintas estrategias; la mayoría de las cuales no resultó en la medida de mis expectativas. Como balance económico, objetivamente gané menos que en el 2008, año en el que trabajé en una gran empresa; algunas puertas se abrieron y otras se cerraron, hubo cosas que salieron muy satisfactoriamente desde lo personal pero financieramente no dieron resultados...

En fin, un año para mí típicamente argentino, donde las cosas funcionan pero no del todo...

Y aquí me puse a pensar en Thomas Alva Edison, el inventor de la bombilla eléctrica: en 1879 sus intentos no duraban más de 14 horas; en 1880 consiguió que su lamparita de filamento de bambú carbonizado permaneciera encendida más de 1.200 horas!!!

Circula una historia que dice que un periodista le preguntó, luego de saber que llegar a este prototipo le había costado más de 50.000 dólares (cifra enorme en esos años) y más de mil intentos, qué sentía al haber fracasado tanto y él respondió: "No fracasé nunca, inventé más de mil maneras de NO hacer la bombilla eléctrica...".

Esto me lleva a pensar que puedo elegir cómo ver mi año: como una sucesión de fracasos y pérdidas económicas o como un año en que "inventé" varias maneras de NO hacer mi trabajo, me desarrollé como profesional, pude crear métodos exclusivos de capacitación, conocí nuevos mercados, profundicé en los ya conocidos, encontré nuevos maestros en la Filosofía y la Psicología, recorrí caminos que no me llevaron a ninguna parte pero ya los marqué para no volver a caminarlos (y disfruté el paisaje), invertí tiempo y dinero en crecer y aprender (no debe haber recursos mejor empleados...); en fin, desde este nuevo punto de vista puedo considerarlo un año exitoso y un excelente punto de inicio para el 2010.

En un terreno más íntimo, me rodearon amigos entrañables, mi relación de pareja siguió madurando y llenándose de armonía, pasión y disfrute, alimenté el corazón con momentos de ternura, pude ser testigo del tránsito de mi hijo por esta vida sin dejar de ser nunca un ser humano maravilloso.

¿Se puede pedir más?. Seguro, siempre se puede; lo que no debo es ser injusto con todo lo recibido y no agradecer de todo corazón el privilegio de seguir recorriendo este camino tan bien acompañado y aprendiendo tanto de mí mismo y de lo que me rodea.

Me viene a la memoria un aforismo de mi querido Negro Fontanarrosa: "Está mitad vacía", dijo el Pesimista, mirando la copa. "Está mitad llena", dijo el Optimista. "Está paga", dijo el Generoso.

Yo prefiero ser generoso conmigo mismo y decir que la copa de este año está paga, ya sobrellevé los costos y aún queda vino por degustar en el 2010.

Y seguiré soñando y compartiendo mis sueños en este año que tenemos por estrenar, con olor a nuevo; está en cada uno de nosotros decidir cómo nos veremos dentro de 365 días, ojalá que sea en el máximo de nuestras capacidades.

Gracis por estar ahí y nos volvemos a encontrar en el 2010!!!!

La 3º es la vencida: Nuestro "masomenismo"

Seguimos dibujando el mapa nacional, cosa de saber dónde nos tenemos que mover para ser felices (con todo o a pesar de todo...). Ideológicamente, nos han definido como un país peronista, menemista, kirchnerista... Yo opino que en realidad somos un país profundamente MASOMENISTA. Esta corriente de pensamiento nos habilita para hacer las cosas más o menos y nos llena de frases como "y...es lo que hay", " "total, para lo que va a durar", la famosa y hasta cantada "lo atamos con alambre", "que roben pero que hagan" y muchas más.

Recuerdo un sketch de "Todo por Dos Pesos" (toda una definición nacional, por otro lado) donde un ventrílocuo pésimo, que movía los labios cuando el muñeco hablaba, contaba un chiste pésimo, sin ninguna gracia. Se hacía un silencio y se escuchaba la voz en off de Capusotto que gritaba: "¡¡¡ ESTÁ BIEN !!!!!" y el público estallaba en aplausos.

Hay en nosotros una tendencia a conformarnos con poco, a "zafar con cuatro", sin buscar nunca la excelencia; en cuanto las cosas salen "masomeno..." allí las dejamos para no complicarnos.

Hoy escuché que, a partir del año que viene en los colegios secundarios de Córdoba van a pasar de año los alumnos con tres previas; esto se fundamenta en la alta deserción escolar de los repitentes.

Díganme si ésta no es una típica solución argentina: en vez de revisar los programas de estudio, la capacitación de los docentes, los incentivos que reciben los chicos para seguir estudiando o cómo modernizamos la enseñanza para que los pibes no se queden por el camino, elegimos "hacer la fácil", dejemos que pasen de año sin haber aprendido nada y "después vemos...".

Cuando me entero de estas "soluciones" nacionales escucho la voz de Capusotto en mi cabeza gritando: "¡¡¡ESTÁ BIEN!!!"

El Masomenismo es nuestra ideología imperante, nuestro "argentinian way of life", la forma que tenemos de hacer las cosas. Es bueno saberlo porque nuestro hacer define nuestra realidad.

Acá les doy una pequeña clave que seguiremos desarrollando más adelante. Es un anticipo para que no nos deprimamos mirando el mapa antes de empezar el viaje: No vemos las cosas como son, vemos las cosas como somos. En la medida que cambiemos la forma de hacer (que en el fondo es nuestra forma de hacer) nuestra realidad cambia.

Los dejo reflexionando sobre esto y nos volvemos a encontrar mañana, último día de 2009 (buena fecha para balance...)

País Ornitorrinco: Y se va la segunda...

Ayer quedamos en que, en nuestro País Ornitorrinco, nunca podremos tener la certeza que mañana las cosas seguirán siendo como hasta hoy.

Me parece que, antes de seguir, tengo que hacer una aclaración: como esto se trata de alcanzar la felicidad pero se lo propone en un ámbito determinado, creo que lo más sabio es definir el territorio en que debemos movernos, sin entrar en juicios sobre si esto es bueno o malo; sólo nos servirá para conocer las corcunstancias en las cuales nos tendremos que desarrollar.

Esto quiere decir que no vas a leer en este lugar "Al final, éste es un país de mierda que no tiene solución" o, más en la onda Pepito Cibrián "aquí no podemos hacerlo", con lo que la única salida a nuestra situación termina siendo Ezeiza.

Todo lo contrario, en este blog iremos viendo la manera de ser felices acá, en el territorio que nos tocó trajinar (me viene a la memoria un reportaje hecho en el año 2004, justamente en Ezeiza, donde entrevistaban a una familia que se iba del país. Los argumentos eran cosas como "nos vamos porque en este país no se puede vivir más", "queremos un futuro mejor para nuestros hijos", "con la inseguridad que hay acá no se puede seguir" y frases que alguna vez todos habremos dicho. Lo que me asombró es que esta familia se estaba mudando a 20 km. de la Franja de Gaza, en Israel!!!. Ojo, aclaro que ésto no tiene ninguna otra lectura que la siguiente: una familia cambiaba la Argentina por una zona de guerra y conflicto permanente. Saquen sus propias conclusiones...

Pero les decía antes que estamos tratando de definir un panorama general, así que sigamos con el dibujo de este mapa:

La felicidad tiene mala prensa: en nuestro país la felicidad es sospechosa, un argentino que ande demasiado contento es mirado como si estuviera loco, drogado o borracho. Los invito a un experimento: den un paseo por el centro de su ciudad, en algún área peatonal o céntrica (si es zona bancaria mejor) y, sin auriculares puestos ni nada, pónganse a silbar y ensayen un pasito de baile... Ahora bien, ¿en Brasil esa escena nos resultaría tan imposible?. Estando allá diríamos: "qué bárbaros, tiene el ritmo en la sangre!!!". Tal vez sea el tango o la milonga surera pero acá la seriedad es confundida permanentemente con solemnidad; nuestra idea es mantener un humor irónico, sin alegría sino con una observación sobradora de los demás; es como si supiéramos los secretos del universo pero no se los pudiésemos decir a nadie, por lo que la alegría queda suprimida (es muy poco serio estar contento...). Por eso es que no vemos muchas caras sonrientes por la calle y nuestros carnavales son un embole absoluto, salvo que le podamos tirar bombitas de agua a alguien desde un 8º piso...

Esto hace que la búsqueda de la felicidad se vuelva un terreno para ilusos, románticos o boludos, ¿o ustedes conocen mucha gente que declare entre sus amigos "yo lo que quiero verdaderamente es ser feliz". Y sin embargo, seguro que escucharon: "Yo lo que necesito es un laburo mejor" o"más guita" o "cambiar el auto" o "largar a mi mujer y dedicarme a la joda por los próximos cuarenta años". Aclaro, no es que estos objetivos estén equivocados, lo que habremos de ver es si son conducentes con la felicidad argentina.

Nos seguimos pensando en la próxima...

La Argentina es un Ornitorrinco!!!

¿Lo ubican a este animalito???

Acá está, un bicho de lo más simpático, que tiene pico de pato (pero no es un pato), garras de topo y cava cuevas (pero no es un topo), cuerpo de nutria y cola de castor (pero no es niguno de los dos). Además pone huevos pero es mamífero y tiene veneno en las garras posteriores...

En fin, un animal raro, que me recuerda a nuestro bendito país: Parece un país rico pero millones de sus habitantes pasan hambre, parece en desarrollo pero está estancado desde hace decenios, parece amigable pero muchas veces te envenena...

Como me he propuesto buscar un camino hacia la felicidad en Argentina, lo mejor es empezar por pensar lo más objetivamente posible en mi país, donde vivo desde hace casi medio siglo (suena mucho dicho así, no???) y donde quiero vivir el resto de mi tránsito por acá.

Y creo que coincidirán conmigo en que éste es un País Ornitorrinco, un animal encantador pero peligroso, difícil de definir, interesante para estudiar, intrigante (¿se imaginan lo que habrá pensado el primer científico que lo vio en vivo y en directo?. Muy parecido a los que hoy estudian "el caso argentino" en las universidades del Primer Mundo...) y por sobre todo muy variado!!!.

Acça no tendremos más remedio que generalizar, porque daremos una mirada a algunas cosas que nos definen como país pero creo que nos puede pintar un panorama bastante claro del terreno en el que nos movemos todos los días.

Comienzo por la primera premisa que me viene a la memoria:

EN NUESTRO PAIS ORNITORRINCO NADA ES SEGURO: El nuestro es un país sin reglas de juego permanentes, todo puede cambiar de la noche a la mañana. Sin entrar en consideración ideológica alguna, todos sabemos que hay ciertas cosas que, en los países "normales", no cambian.

¿Cuántas veces hemos escuchado en películas o series norteamericanas al protagonista decir: "Conozco mis derechos" o "Yo pago mis impuestos" o "quiero hablar con mi abogado" o (la más delirante para nosotros) "LE ESCRIBIRE UNA CARTA A MI CONGRESISTA"!!!.

Perdón, me dio un ataque de risa....y de envidia!!!

Sufrido argento, ¿vos te imaginás reclamando por tus derechos porque pagás tus impuestos? (suponiendo que sepas cuáles son tus derechos y que tengas los impuestos al día...).

En lo económico pasa algo similar, y si no me creen hagamos un repaso: Peso, Peso Argentino, Austral, Patacón, Peso Ley 18.188, Lecor, Lecop, Cecor, Menentrucho...

En otros países, cualquier cambio en las reglas de juego pasa por una evaluación profunda y sistemática, se miden los impactos que puede generar en la población y demás consideraciones.

En nuestro País Ornitorrinco, vos abrís el diario una mañana y leés en tamaño catástrofe renuncias, nuevos ministros, "medidas de emergencia", "por única vez", "medidas excepcionales" y, con la fría lógica y el raciocinio que nos caracteriza, automáticamente pensás: SE PUDRIÓ TODO!!!!. Y de allí salís a comprar dólares o fideos secos, según lo que te permita el bolsillo...

Ojo, esto no quiere decir que "acá no se puede hacer nada", de hecho hay mucha gente que avanza justamente porque el país es así, no se desanimen que en la próxima entrada seguimos pensando...

Mi regalo de cumpleaños

Hoy cumplo 49 años (gracias, muchas gracias...) y con este blog me estoy haciendo un regalo: empezar a compartir reflexiones diarias durante mi tránsito al medio siglo, o sea durante un año completo. Siempre he pensado que la edad le da a uno cierta autoridad, al menos la de decir: "Escuchame, yo tengo casi medio siglo, no me vengás con boludeces...". Entonces se me ocurrió que este año que hoy inicio puede ser un buen puente para responderme muchas cosas. Y la pregunta más importante que se me viene a la mente es. ¿Cómo se puede hacer para ser feliz siendo argentino?. Porque yo, tal vez al igual que vos, me he cansado de leer libros que me han querido vender ciertas fórmulas de la felicidad: desde los caminos espirituales hasta cómo hacerse rico invirtiendo en bienes raíces (salvo que sean raíces de soja...); todas las mejores intenciones se me han borrado de la cabeza al pasar por el primer asado de obra o escuchar un discurso cualquiera de uno de nuestros políticos... Y de ahí que se me ocurre que esta gente con tan buenas intenciones se ha dejado de lado un país, y da la casualidad que justo ES EL NUESTRO!!! Lo que tiene éxito en todos lados acá fracasa, lo que no anda en el mundo acá llena de plata a mucha gente. No debe ser casualidad que seamos tema de estudio en las Universidades del Primer Mundo, no???.

Así que acá estaré, pensando y escribiendo, tratando de encontrar respuestas (mis respuestas, obvio, no quiere decir que sean útiles para todos pero compartirán un origen común: vienen de un argentino común) y viendo si de acá a un año he logrado el objetivo central de este blog: Ser un argentino más feliz. Si me acompañás, quién te dice, por ahí vos lográs lo mismo....

Allá vamos!!!