De dónde venimos y hacia dónde vamos

Bienvenidos!!! El ciberespacio es muy parecido a nuestro país, la República Argentina: un lugar donde todo parece posible pero la gran mayoría de las cosas son mentiras, donde nos encontramos de muchas maneras pero a la vez nos separamos de lo verdadero. Entonces, ¿por qué no usarlo para pensarnos como individuos y ayudarnos a la única búsqueda que nos es común como humanidad: la búsqueda de la felicidad?. Ojalá estemos de acuerdo, pero más deseo aún que discutamos, porque será la manera de definir entre todos un camino mejor al que venimos llevando.

sábado, 9 de enero de 2010

De por qué el tango se llama "Uno" y no "Dos o más"...

El tango, una de nuestros géneros musicales por excelencia, nos da numerosas claves para descifrar la idiosincracia nacional, en las que tal vez avanzaremos en algún otro momento.

Pero hoy quiero usarlo como excusa para hablarles de otra cosa: nuestra tendencia natural a las Ideas Excluyentes, o I.E.: Estas siglas (que sirven para definir a la Inteligencia Emocional, vaya casualidad...) nos darán una idea clara de cómo funciona la lógica nacional.

En nuestro país nos resulta muy difícil (por no decir imposible) establecer diálogos. En el origen de la palabra "diálogo" se encuentra logos, que en griego significa razón, por lo que entablar un diálogo implica el reconocimiento de que existen dos o más razones que la que traemos puesta nosotros.

Al criollo promedio esta idea se le hace cuesta arriba por lo siguiente: si existe otra razón que no sea la mía implica que puedo llegar a estar equivocado, con lo cual el frágil andamiaje que sostiene mis acciones corre el riesgo de desmoronarse y no sé si podré levantar otro.

Esto termina siendo la raíz de la escasa cooperación que existe al encarar un proyecto, ya sea de país o cualquiera en una escala menor, ya que lo importante pasa a ser la defensa de mis ideas (o mejor dicho de mi idea, ya que con este sistema nos resulta difícil generar más de una...) antes que llevar a buen puerto una tarea, una empresa o un país.

También ésta puede ser una de las causas por la que los argentinos reclamamos gobiernos fuertes y de un estilo caudillista: Nos resulta más comprensible seguir a una figura fuerte, carismática y que exprese sus ideas en forma contundente que a una serie de principios filosóficos o ideológicos elaborado por un consejo de hombres sabios o por una tradición determinada.

¿Y qué hacemos los argentinos en vez de dialogar?. Ahhh, muchas cosas: charlamos, discutimos, polemizamos, argumentamos, nos excusamos, nos defenestramos mutuamente, nos descalificamos (recuerdo aquí una frase de Dolina, que contaba que para desacreditar la opinión de una persona con respecto a lo caro de las expensas en una reunión de consorcio, se decía "¡¡¡Callesé usted, que todo el barrio sabe que levanta quiniela!!!", como si tuviera algo que ver la idea con el origen de la misma), nos gritamos, nos provocamos y hasta algunas veces, muy pocas, nos agarramos a trompadas.

Hace dos días tuve ocasión de ver un debate político en un programa periodístico entre dos congresistas, uno de la oposición y otra del oficialismo, en el cual se acusaron mutuamente de una larga lista de canalladas, traiciones a la patria, curros diversos y defecciones. Menos mentarse a la madre, de todo...

Al finalizar, y habiendo terminado, como todos los "diálogos" que encaramos los argentinos, sin haberse acercado ni un tranco de pulga las posiciones, se apagan las luces del estudio pero una cámara nos sigue mostrando a estas dos personas que, en penumbras, se acercan y se dan un beso cordial...

En nuestra querida patria, nadie va a un encuentro o un intercambio de ideas bajo el concepto de ser modificado, cambiado o al menos acercado a un nuevo concepto o criterio; vamos para imponer nuestra forma de pensar o de actuar, para mostrarle a los demás quién tiene la razón o por qué hay que hacer las cosas como yo digo...

Según Marx, esto se llama "contradicción antagónica", cuando dos ideas no pueden convivir bajo ingún aspecto o circunstancia histórica, como burguesía y gobierno del proletariado. En la Argentina aplicamos la teoría de la I.E. en todas las circunstancias de nuestra vida, desde las decisiones políticas de alto nivel a cuál es el alfajor más rico...
¨
Tal vez somos todos marxistas y no nos hemos dado cuenta....

2 comentarios:

  1. A mí me da mucha gracia la palabra "listo" con la que se terminan muchas conversaciones o pedidos. Qué listo como si ya estuviera resuelto?. Si lo más probable es que lo que acordaste no se cumpla.

    ResponderEliminar
  2. Me parece bárbaro la posibilidad de poder integrar dos ideas "mutuamente exclueyentes". Ahora, realmente, cuantas ideas son excluyentes? Porque ese tema de: es esto o aquello, ES TAN ASÍ? Porque no empezar a probar "es esto y aquello". Animémonos a cambiar la "o" por la "y" y así nuestra mirada será mucho más abarcativa e integradora.

    ResponderEliminar